Es probable que en algún momento hayas estado en una edificación, y algunas emociones se manifestaron, como temor o tensión en todo tu cuerpo, o por el contrario, una sensación de relajación de la cual no deseabas salir.

Esto tiene una explicación que va más allá de las supersticiones, y se conoce como neuroarquitectura.

¿Qué es la neuroarquitectura?

En pocas palabras, la neuroarquitectura es el estudio del sistema nervioso basado en el efecto que ejerce la arquitectura sobre el estado de ánimo del individuo.

Consiste en el diseño emotivo, gracias al cual se ha logrado establecer una serie de pautas que han permitido la construcción de edificaciones funcionales, y que además ayudan a mejorar el bienestar de sus usuarios, reduciendo el nivel de estrés, ansiedad y depresión.

La arquitectura se encarga de crear espacios estéticamente agradables y funcionales, pero con ayuda de la neuroarquitectura, la persona que utilice estos espacios se sentirá a gusto.

Elementos fundamentales de la neuroarquitectura

La neuroarquitectura cuenta con el cumplimiento de una serie de elementos, los cuales no han sido designados al azar, estos han sido el resultado de estudios que han medido la actividad cerebral durante determinados estados mentales.

Esta especialidad confirma que no solo es importante contar con un diseño funcional que solucione algunos problemas de espacio, también que permita a sus habitantes el mayor bienestar físico y mental.

Considerando esto, se han clasificado cinco elementos fundamentales relacionados a la neuroarquitectura.

Iluminación. La luz es fundamental en todos los espacios, de preferencia el uso de la luz natural, la cual favorece la concentración y ofrece un ambiente más agradable. Por ello, la neuroarquitectura prioriza el uso de la luz natural.

Áreas verdes. El acceso a áreas verdes, aunque sea de manera visual, ayuda a abrir la mente, y orienta al individuo a la calma y la concentración. De ahí el uso de grandes ventanales en la arquitectura moderna.

Techos. La neuroarquitectura invita al uso de techos altos, que promueven la creatividad.

Colores. Está comprobado que los colores influyen en el estado de ánimo de las personas, así que es recomendable analizar el efecto de los diversos colores en el cerebro del individuo, aunque en general los colores como el amarillo y el verde, que se acercan a la naturaleza, invitan a reducir el estrés.

Uso de elementos arquitectónicos. La percepción de los espacios también es importante en la neuroarquitectura, por ejemplo los ángulos marcados en una estructura, tienen una incidencia en la aparición del estrés y ansiedad, por lo que ahora se emplean los contornos suaves que brindan una sensación de seguridad.

Beneficios de la neuroarquitectura

Es una disciplina que se está dando a conocer en la actualidad, pero en realidad tiene más de 70 años de estudios, es como el arte de ser cerrajero, que se conoce todas sus cualidades en la actualidad, pero es un oficio que data de una historia de siglos de antigüedad.

Y es por ello que muchos cambios que se han evidenciado en la arquitectura, están orientados a los elementos fundamentales explicados anteriormente, porque desde hace mucho tiempo los arquitectos siempre han logrado captar el efecto de las estructuras en las emociones de las personas, solo que ahora hay bases científicas que lo certifican.

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